AUTOESTIMA

La autoestima es la creencia de lo que yo valgo como persona, el valor que yo me otorgo. Este valor puede ser:

-  Positivo (autoestima alta): estar seguro de un@ mism@, ser capaz de defender sus derechos, reconocer los logros, poder perdonarse y perdonar a los demás, no ver los cambios con miedo.

-  Negativo (autoestima baja): todo lo contrario.

El valor que yo me otorgo, va a depender de mi AUTOCONCEPTO: capacidades, habilidades, recursos, que nos reconocemos (si, reconocemos, porque puede que tengamos cualidades que no nos veamos).

Tanto la autoestima como el autoconcepto se van formando a lo largo de toda nuestra vida y en él van a influir las opiniones  que tienen los demás sobre nosotros (familiares, amigos, profesores, compañeros,…).

Como decíamos antes, la autoestima es la creencia de lo que yo valgo y esta creencia se va a sustentan de opiniones mías y los demás. Por ejemplo: una vez de pequeñ@ mi madre me mandó a comprar fruta y cuando pagué me devolvieron mal el cambio. Al llegar a casa y darse cuenta mi madre, me dijo: “si es que...!no sabes contar!(una opinión). Al tiempo en el colegio me equivoqué haciendo una operación matemática y mi profesora dijo: “no se te dan bien los números” (otra opinión).  A lo largo de nuestra vida nos ocurrieron situaciones parecidas a estas con amigos, compañeros de la escuela, etc. Sus OPINIONES, forman en mi una CREENCIA: “NO SE ME DAN BIEN LOS NÚMEROS”. De esta manera, nos estamos negando una HABILIDAD, lo que hará que tengamos una ACTITUD negativa hacia aspectos de la vida que impliquen las operaciones con números, lo cual a su vez se reflejará en nuestras CONDUCTAS estudiaremos una carrera de letras, no querremos llevar las cuentas cuando se hagan fondos comunes y así multitud de situaciones.

Esto no es más que una visión subjetiva de ti mismo. Te preguntarás por qué…pues es que debido a la gran cantidad de información que nos llega del exterior a lo largo del día, la mente para no saturarse y poder “funcionar”, tiene unos mecanismos que hace que seleccionemos la información que nos llega (y normalmente nos fijamos en la información que refute/apoye nuestras creencias) estos mecanismos son:

- Generalización: considerar una parte de lo observado como si fuese la totalidad, es decir, pensar que todas las situaciones van a ser iguales…”siempre me sale mal, nunca habló en público,  nadie me quiere…”

- Eliminación: eliminar información que nos rodea para fijar la atención en algo concreto. Por ejemplo, no ver muestras de arrepentimiento en alguien que nos ofendió.

- Distorsión (la más utilizada): alterar la realidad. Sentirse rechazado por alguien, cuando en realidad tiene un malestar físico, como un dolor de cabeza.

EMPEZANDO A QUERERSE

A veces ocurre que cuidamos más a otras personas que a nosotros mism@s, cosa que no está mal, pero no es tan bueno cuando nos descuidamos por querer que otros estén bien, porque la realidad es que no podremos cuidar de buena manera a los demás si nosotros no estamos bien, ya que no tendremos la energía, el valor, cariño suficiente para dar, por el desgaste que sufrimos y no reparamos.  Para poner en práctica esto, puedes empezar por cuidarte a ti mism@ como cuidas de las personas que más quieres, ¿cómo?

La personita de tu interior

Piensa en aquella persona que quieras y cuidas normalmente. Una vez elegida esa persona, vas a imaginar que se hace pequeñita y la colocas en tu interior y que todo lo que sientas o necesites, también lo va a sentir y necesitar ella, por ejemplo: si tienes hambre, la personita de tu interior también lo sentirá, lo mismo si tienes frío, si estás triste o enfadado, etc., por tanto tienes que actuar en consecuencia, ¿dejarías a tu personita estar triste? ¿qué harías para que se sintiera mejor?

Otro ejercicio que ayudará a que te cuides es que cada día al levantarte de la cama te mires al espejo y preguntes ¿QUÉ PUEDO HACER HOY POR TI PARA QUE TE SIENTAS FELIZ? Y cuando te sientas mal, la pregunta será ¿QUÉ PUEDO HACER POR TI PARA QUE TE SIENTAS MEJOR?

¡Esperamos que os sirva!