Hace unos días nos reunimos con la orientadora del Instituto de Molina de Aragón y, aún hoy, seguimos disfrutando del buen sabor de boca. En breves, llevaremos a cabo en las tutorías sesiones de Inteligencia Emocional de 1º de la E.S.O a 2º de Bachillerato. Además, realizaremos dos sesiones extraescolares con padres e hijos para mejorar la comunicación.
Trabajar la educación emocional en clase, mejora el clima escolar, la relación entre los compañeros de clase y el maestro y, en definitiva, fomenta entre el alumnado aptitudes y habilidades que les serán útiles en el futuro. La inteligencia emocional es todavía una asignatura pendiente en muchos centros educativos de nuestro país.